Laeticia (レティシア, Retishia?) es una chica francesa que es elegida como el recipiente de Ruler en la Gran Guerra del Santo Grial de Fate/Apocrypha. Después de aceptar el papel, su personalidad queda suprimida temporalmente durante la mayor parte de la guerra.
Perfil[]
Pasado[]
Laeticia es una chica normal en Francia que vive en un dormitorio de estudiantes.
Apariencia[]
Laeticia es «idealmente cercana» a Jeanne en apariencia al actuar como un recipiente poseído. Sus rasgos faciales y estilo son en parte similares, por lo que su aspecto cambió ligeramente por la posesión. Ella también tiene un busto un poco más grande que Jeanne.
Personalidad[]
Laeticia es descrita como decente y honesta, posee una piedad religiosa que supera a muchas otras. Aceptó la solicitud de Ruler sin dudarlo a pesar de su vida normal, siendo arrastrada a la Guerra del Santo Grial. Mientras Ruler controla su cuerpo, puede presenciar las acciones de Ruler y comunicarse con ella. Es muy parecido a «ver una película dentro de un sueño para ella», los recuerdos se desvanecen rápidamente después de que Ruler se aleja de ella. A pesar de no recordar, sus oraciones han pasado de ser vagas a haber tomado la dirección de desear que «esos dos puedan encontrar la felicidad juntos». Ora a diario creyendo en pequeños milagros como ese.
Si bien Jeanne inicialmente cree que Laeticia alberga sentimientos por Sieg, Laeticia fue simplemente un testigo de su relación. Ella era la «fortaleza final» para Jeanne sin darse cuenta de sus propios sentimientos de amor por Sieg.
Rol[]
Fate/Apocrypha[]
Laeticia se convierte en el recipiente para la servant de clase ruler, Jeanne d'Arc, una posesión a la que se somete totalmente por fe. Ella permanece mayormente inactiva mientras Jeanne lleva a cabo su deber de mediadora para la Gran Guerra del Santo Grial.
Después de que Jeanne se sacrifica mediante el uso de su noble phantasm, La Pucelle, Laeticia recupera la posesión total de su propio cuerpo, pero está inconsciente en el momento de la muerte de Jeanne.
Habilidades[]
Laeticia no posee una habilidad en particular o circuitos mágicos.