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Legend of Dracula: La Sucesión de Sangre (鮮血の伝承レジェンド・オブ・ドラキュリア, Senketsu no DenshōRejendo obu Dorakyuria?) es una habilidad que reproduce la leyenda de Drácula, obtenida por Vlad III a través de la distorsión de su leyenda heroica. Su uso le permite alterar su aspecto para convertirse en el vampiro chupador de sangre modelado a partir de él, convirtiéndolo de un espíritu heroico a un monstruo literal. Como un lancer, su odio por lo que el efecto de la leyenda ha tenido en él hará que se niegue a usar el noble phantasm, incluso si eso significa su muerte, requiriendo un hechizo de comando para obligarlo a usarlo y el precio de la vida de su master al este hacerles pagar por dicha transgresión. Darnic lo describe en este estado como «una criatura cargada de infamia debido a las obras literarias». Cuando es invocado como Berserker, la habilidad se activa por defecto y se convierte en «un avatar de calamidad que usa sus poderes vampíricos sin piedad alguna».

Darnic lo describe como un «Noble phantasm de masacre segura que, una vez activado, le permitiría destrozar fácilmente a Lancer del "Rojo" y matar incluso a un espíritu heroico con sangre divina». Muy diferente de un apóstol muerto, Drácula, a pesar de tener una leyenda de solo cien años en cuanto al concepto de misterio, se ha extendido hasta convertirse en un terror que cubre a todo el mundo. En lugar de pensar en los apóstoles muertos ocultos cuando escuchan la palabra «vampiro», la gente piensa en el «vampiro Drácula» que fue creado usando a Vlad III como base. Es una leyenda ficticia de un vampiro que posee una gran fama en todo el mundo, con excepción de Rumania.

Vampiro sin nombre

El vampiro sin nombre.

Al transformarse, sus habilidades normales y noble phantasms se sellan, causando que su lanza personal se desvanezca como polvo cuando su "aspecto de héroe se extingue". Los ojos de Vlad se tornan rojos como la sangre mostrando una gran cantidad de crueldad, y perdiendo a cambio su aspecto normal de inteligencia. Él obtiene colmillos y garras, sus ropas normalmente aristocráticas se rasgan, y su carne y sangre toman la forma de sombras con masa. Todos sus atributos aumentan, y se le otorga una "capa negra que se derrite en la noche" capaz de producir estacas dentro de su cuerpo, de una forma similar a Kazikli Bey; para apuñalar a sus enemigos. Gana la capacidad de transformarse en niebla y una variedad de animales, convertir a los demás, incluso a los servants, en camaradas vampiros bebiendo su sangre y, al ser de naturaleza similar a los apóstoles muertos, se le brinda la maldición de la restauración y los Ojos Místicos de Encantamiento. Aunque sus procesos de pensamiento están debilitados, lo que equivale al efecto de mejora de locura, si uno observa sus habilidades generales, su fuerza es mayor en esta forma que como soberano. Si bien muestra la capacidad de luchar por un tiempo contra un asalto coordinado de seis poderosos servants mejorados por una orden de hechizo de comando antes de que su regeneración comience a rendirse bajo sus ataques, Vlad posee las debilidades de los apóstoles muertos: la luz del día y los símbolos sagrados. Este se debilitará durante el día, y posee una debilidad hacia los instrumentos sagrados como la Luminosité Eternelle de Ruler, Black Keys que normalmente harían poco daño a un servant normal, y los ritos de bautismo.

Su fuerza física se vuelve tal que puede vencer fácilmente a otros servants en un grado sorprendente y arrojar cualquiera de sus lanzas producidas en masa, superando casualmente la velocidad del sonido mientras combina la potencia de un noble phantasm. Su velocidad de movimiento se compara con la teletransportación, lo que le permite moverse rápidamente por el campo de batalla para atacar a los archers de largo alcance incluso mientras se enfrenta a tres servants de combate cercano y diez golems. Su curación ocurre a un ritmo que se sana más rápido de lo que puede dañarse, dejándolo que la habilidad contrarreste fácilmente los ataques poderosos al permitirles golpear y que su regeneración repare rápidamente el daño. Vlad puede priorizar ciertos aspectos de su regeneración para permitirse moverse incluso bajo asalto constante. En este estado, los ataques físicos que normalmente lastimarían y matarían a un servant ya no lo afectarán, lo que le permitirá remover proyectiles de su cuerpo sin derramar una gota de sangre y ser atacado en el corazón — lo que destruiría su núcleo espiritual — sin problemas. Vlad puede usar su habilidad de transformación para convertirse en un perro gigante, atacar a los enemigos, esquivar fácilmente los ataques y eliminar rápidamente los proyectiles como una bandada de murciélagos o niebla, negando todo el daño físico mientras esté en estas formas; sin embargo, atacar a los murciélagos con hechicería o usar llamas en la niebla aún puede dañarlo.

Ruler lo describe como la mayor amenaza para la Guerra del Santo Grial en ese estado. Se desconoce si es una propiedad intrínseca del noble phantasm o el resultado de que se le imponga el alma de Darnic, pero este finalmente se degrada hasta convertirse en una «criatura sin nombre» que ya no es ni un espíritu heroico ni un servant. No puede ser atado por los hechizos de comando debido a que solo es un monstruo en lugar de un servant, e incluso aquellos que le ordenan que se suicide se verán abrumados por la voluntad de Darnic. Si llegara al Gran Grial para usar su poder y cumplir el deseo de Darnic de propagarse y ser liberado en Rumania, todo se convertiría en un infierno en tan solo un día. El «concepto» del vampiro es algo que mezcla, une y fusiona historia y leyenda. Si también adoptara el poder y la fama de Vlad III, se convertiría en un «Gran Guiñol» que asesinaría a la gente del país, la Noche de Wallachia.

Referencias[]

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