Norma Goodfellow (ノーマ・グッドフェロー, Nōma Guddoferō?) es la master de Saber en la Guerra del Santo Grial del Laberinto de Fate/Labyrinth. Ella es poseída por Manaka Sajyou durante parte de la historia.
Perfil[]
Pasado[]
Norma nació en un clan especializado en la investigación de ruinas mágicas, por lo que sigue las tradiciones de su familia y se propone ir por ese camino. Fue contratada para investigar el laberinto de Caubac Alcatraz, el Séptimo Laberinto de Caubac Alcatraz. Sin embargo, al entrar en el laberinto, el equipo que había contratado para ayudarla fue asesinado por un monstruo, y ella pronto se perdió en él; eso hasta que Manaka tomó posesión de su cuerpo.
Apariencia[]
Norma parece ser una chica promedio en los últimos años de su adolescencia. Tiene el pelo largo y anaranjado y los ojos morados. Lleva una chaqueta azul, un chaleco blanco sin mangas, pantalones cortos negros y botas oscuras.
Personalidad[]
Norma es una chica inteligente, pero tímida, que se asusta fácilmente en situaciones inesperadas. Tiene la personalidad típica de una niña de su edad, aunque también es bastante bibliófila. Respeta mucho a su abuelo, ya que ha aprendido de él y ha heredado su colección de libros.
Rol[]
Fate/Labyrinth[]
En el momento en que invoca a Saber, Norma es poseída por Manaka Sajyou y pasa gran parte del resto de la guerra como espectadora subconsciente a través de los ojos de Manaka.
Norma recupera el control de su cuerpo tras la derrota del Golem Dragón en la 3ª planta del Laberinto. Temiendo las represalias de los servants por la repentina desaparición de Manaka, Norma huye y acaba activando accidentalmente una trampa. Cae en una pequeña caverna y acaba siendo atacada por las hadas carnívoras. En ese momento es rescatada por Gray, a quien confunde con una servant de clase lancer. Durante una parada de descanso, Gray presenta a Norma su código místico, Add, después de que él haga un exabrupto sobre comer sándwiches hechos con partes de las criaturas del laberinto.
Norma y Gray finalmente llegan a la habitación donde se guarda el Santo Grial, sin embargo, antes de que puedan tratar de encontrar una manera de salir, se encuentran con Wolfgang Faustus. Tras una conversación, Norma y Gray se enzarzan en una batalla con Faustus. Sin embargo, al no poder moverse por miedo, Norma asume el papel de observadora y pasa la mayor parte de la batalla observando la lucha de Gray contra el enemigo. Solo después de que Fausto revele que Gray es humana, Norma se atreve a intentar ayudarla. Aunque es capturada en el intento.
Cuando está a punto de ser asesinada por Faustus, Norma es rescatada por Assassin y los otros servants. Assassin lleva a Norma a un lugar seguro donde observa la batalla entre los 3 servants — menos Saber — y Faustus, quien también ha invocado a un servant de clase pseudo-berserker llamado Asterios para que lo ayude. Sin embargo, cuando parece que Faustus y Berserker van a vencer a Gray y a los 3 servants, Norma escucha la voz de Manaka en su mente. Después de algunas reprimendas por parte de Manaka, esta ayuda a Norma a destruir el Sub-Santo Grial, lo que no solo hace desaparecer a Berserker, sino que permite a Gray y a los tres servants derrotar finalmente a Faustus.
Tras su derrota, Norma consigue escapar del laberinto con la ayuda de Gray y los tres servants. Caster, Assassin y Archer le dan a Norma el código místico del brazalete que Saber quería darle, y le dan las gracias antes de desaparecer. Norma se da cuenta entonces de que ha recuperado totalmente el control de su cuerpo. Entonces se encuentra con Gray y su maestro, Lord El-Melloi II, que quiere interrogarla sobre el incidente.
Habilidades[]
Al ser una exploradora, Norma se especializa en investigar tumbas y ruinas, por lo que sabe desactivar trampas y tiene cierta habilidad en el uso de códigos místicos. También tiene una bolsa de explorador que tiene encantamientos protectores, lo que significa que tiene alguna habilidad para la hechicería.
Norma también posee un tipo de ojos místicos llamados Fairy eye (妖精眼, Yōsei gan?) que le permite percibir fácilmente y adaptarse a cualquier información que no pueda ser procesada normalmente por el cerebro, por ejemplo, los movimientos de alta velocidad.